¿Conocemos realmente el océano? (I)

Cortometraje animado.
Artista audiovisual: Fernando Silva De la Cruz
Duración: 7 min
2022

https://www.youtube.com/watch?v=g4Rse92oJP8

DETRÁS DEL CONCEPTO DE…

“¿Conocemos realmente el océano? Parte 1”

Los seres humanos vivimos en un planeta que llamamos Tierra. Sin embargo, gran parte de éste se encuentra cubierto por el océano (72% de su superficie), por lo que cabe preguntarse por lo correcto del nombre. Además,  las áreas costeras abarcan el 20% de la superficie de la Tierra, pero contienen más del 50% del total de la población humana, cifra que será del 75% en el año 2025. En cuanto a las aguas internacionales de alta mar, éstas representan ⅔ del total del área de los océanos, y cubren más de 230 millones de kilómetros cuadrados, un área superior a la de todos los continentes juntos.

Todos los seres humanos dependen del mar, incluso si viven tierra adentro. Y es que es esencial para la vida como la conocemos.

¿Pero conocemos realmente los océanos? Veamos entonces en esta primera parte algunas características físicas de los oceános.

 

La salinidad del Mar

Hace 4500 millones de años en la Tierra no había océano, sino magma producto de las erupciones volcánicas que desprendían elementos como dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO), vapor de agua (H2O) y nitrógeno (N2), entre otros. Es decir, el planeta tenía una atmósfera carente de oxígeno y, sumado a las elevadas temperaturas de la superficie rocosa, hacían del planeta un lugar sumamente hostil para el desarrollo de la vida. 

Gradualmente la Tierra se fue enfriando y condensó el vapor de agua presente en la atmósfera en la primeras nubes. Este hecho dio paso a intensas lluvias que erosionaron el suelo, desprendiendo minerales como el cloruro de sodio (NaCl), cloruro de magnesio (MgCl2) y sulfato de magnesio (MgSO4). Al disolverse, el mar obtuvo se carácter salobre. 

 

Mar y Clima

El océano cumple un rol fundamental en el clima de la Tierra, debido a la alta capacidad calorífica que tiene la molécula de agua (H2O). Ésta debe absorber mucha energía en forma de calor para aumentar su temperatura, lo que ocurre progresivamente durante el día. Por ello, en las zonas costeras existe una menor amplitud térmica entre el día y la noche, a diferencia de las zonas interiores como valles centrales y desiertos.

Sin los océanos el planeta se calentaría o enfriaría muy rápido, y no existirían las estaciones del año como las conocemos. 

Además están las corrientes oceánicas que funcionan como cintas transportadoras de calor y vapor de agua, que ayudan a enfriar las latitudes tropicales y calentar las latitudes polares, regulando así la temperatura del planeta.

¿Conoces algunas de estas corrientes? Aquí dejamos algunos ejemplos locales:

  1. CORRIENTE DE DERIVA DE LOS VIENTOS DEL OESTE: que se origina en el borde occidental del océano Pacífico, llegando a la zona frente a Chile con dirección al sureste. Trae aguas más salinas, las que se van enfriando a medida que se acercan a Sudamérica. Ésta da origen a las siguientes dos corrientes.
  2. CORRIENTE DE HUMBOLDT: corriente fría que corre de sur a norte por la costa chilena.
  3. CORRIENTE DEL CABO DE HORNOS: corriente que va hacia el sur por el borde más austral de Chile.

Estas corrientes dan características físicas y químicas particulares a las zonas en las que circulan y, por tanto, son una de las variables determinantes de la fauna y flora del mar.

 

Mareas y Olas

A veces las personas confunden los conceptos de marea y ola, pero es importante distinguirlos.

Por un lado están las MAREAS que son cambios periódicos en el nivel del mar, resultado del balance entre la atracción gravitacional de la Tierra, la Luna y el Sol. Y por su proximidad, la Luna domina la formación de mareas.

A diario, el nivel del mar en una costa llega al punto más bajos, BAJAMAR, y más alto, PLEAMAR, cada 6 horas o menos.

Cuando el Sol, la Tierra y la Luna se encuentran en ángulo recto se generan las mareas de menor rango, es decir aquellas en que los niveles entre bajamar y pleamar son los más parecidos. Éstas son las MAREAS DE CUADRATURA, en las que la luna está en su fase de cuarto creciente o cuarto menguante.

En cambio, cuando el Sol, la Tierra y la Luna se encuentran alineados, el rango de mareas es máximo, es decir, la marea alta es muy alta y la baja es muy baja. Éstas son las llamadas MAREAS DE SICIGIA, en las que la luna está en su fase llena o nueva.

Por otro lado están las OLAS, que se producen por arrastre del viento con la superficie del mar (y  por ello se mueven en su misma dirección). Las olas transportan energía eólica hasta disiparla al romper en la costa.

Ahora bien, estos dos conceptos no deben confundirse con las MAREJADAS, que son olas excepcionalmente altas y energéticas, las que pueden provocar erosión de las playas.

 

Las Costas

Ya vimos que las olas y las mareas interactúan con las costas, por lo que resulta interesante conocer esta zona intermedia entre mar y tierra firme. Veamos dos tipos:

  1. Las COSTAS DE ROCA DURA presentan resistencia a la erosión mecánica del oleaje y al desgaste químico del agua de mar. Eventualmente estas rocas se disgregan en tiempos geológicos. Este fenómeno se denomina Intemperismo y se produce por desgaste subaéreo, submarino e intermareal.
    Este último corresponde a la acción de las olas, la humedad alternante de las mareas y la acción de la espuma marina, que corroe las rocas depositando cristales de sal que separa los granos rocosos.
    También participan algunos organismos vivos en este proceso, los que segregan ácidos que erosionan superficies de carbonatos (como la piedra caliza, el mármol y los arrecifes de coral).
  2. Las COSTAS DE ROCA BLANDA, constituidas por material no consolidado, y conocidas como PLAYAS. El material predominante en las playas es el cuarzo y otros minerales que llamamos arena, cuando el diámetro de sus granos es de 0.125 a 1mm. La permanencia de la arena en la playa depende del oleaje y generalmente varía de invierno a verano.
    El perfil de una playa no es solamente la porción descubierta entre la pleamar y la bajamar, sino que comprende la playa sumergida, la zona intermareal, la playa seca y la parte superior formada por dunas. A menudo la playa seca está marcada por escarpes, resultado de marejadas.

 

 

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